lunes, 12 de marzo de 2007

La Gata Fernández, del olvido en River a la ovación azulgrana - La Nación

Con dos goles, fue la figura de San Lorenzo y recibió el cariño del público; Ledesma y Orion también se lucieron

Mucho tiene que ver la confianza de Ramón Díaz en el momento de Gastón Fernández. No se trata solamente de enaltecer el gran trabajo del técnico riojano, que eligió con éxito a los refuerzos que sumó San Lorenzo, pese a atravesar una época de bolsillos flacos . El DT supo cómo estimular a La Gata , que se había bajoneado al no encontrar por segunda vez su lugar en la vida de River, pero que hoy disfruta del cariño del público azulgrana.

Como sucedió hace unos años con los hinchas de Racing, el delantero ahora se ganó los elogios de todo Boedo. Por ahora, parece que su historia está alejada de Núñez.

Bastó con un gol en la Bombonera el día del 3-0 a Boca para adueñarse de los primeras loas. Lo que la otra vez se había traducido en fuertes aplausos, ayer se convirtió en una estruendosa ovación, con voz de reconocimiento por esos dos goles que le dieron el triunfo al equipo y la sensación de disfrutar la punta del Clausura en absoluta soledad.

Su voz suave se escuchó apenas. Al paso, con la sonrisa como atisbo de su alegría, La Gata Fernández alcanzó a agradecer el afecto de los simpatizantes. "Estoy muy feliz porque me están saliendo bien las cosas. Además, es muy lindo que la gente te aplauda, te reconozca lo que hiciste dentro de la cancha con una ovación", dijo.

River lo vio nacer, pero su paso por Racing tal vez fue el momento de maduración. A los 23 años, Fernández es un futbolista con personalidad, más allá de sus virtudes deportivas. Ayer no se inquietó cuando pateó el penal; picó la pelota con un toque suave, una acción que puede ser calificada de atrevida, pero que simplemente fue una demostración de su calidad.

En el segundo gol concluyó una buena jugada colectiva con una definición certera y precisa. Fernández rara vez se equivoca en los últimos métros.

Ahora que San Lorenzo llegó a la cima, es posible que la mayoría de las luces apunte a Fernández, la figura en el éxito sobre Banfield

Uno x Uno

Clarin:
Agustín I. Orión: 7
Cristian A. Tula: 5
Sebastián Méndez: 6
Jonathan Bottinelli: 6
Aureliano Torres: 5
Diego Rivero: -
Santiago Hirsig: 5
Cristian R. Ledesma: 8
Osmar Ferreyra: 5
Gastón Fernández: 9
Néstor A. Silvera: 6

Olé:
Agustín I. Orión: 6
Cristian A. Tula: 5
Sebastián Méndez: 6
Jonathan Bottinelli: 6
Aureliano Torres: 4
Diego Rivero: 2
Santiago Hirsig: 4.5
Cristian R. Ledesma: 8
Osmar Ferreyra: 5
Gastón Fernández: 8.5
Néstor A. Silvera: 7

La Gata Fernández se metió a todos en el bolsillo - Clarín

Fue la figura del nuevo líder del torneo. Hizo dos goles —un penal ejecutado con maestría y audacia— y se fue ovacionado.


Un segundo. Apenas ese tiempo fue el que tardó Gastón Nicolás Fernández en decidir picar el penal del empate, según sus propias palabras. Y quizás, ahí, en ese preciso instante comenzó a meterse en el bolsillo a todo el pueblo azulgrana. Arriesgó, sí. Quizás bastante más de lo que debió hacerlo. Pero La Gata en ese toque delicioso mostró jerarquía, personalidad, audacia, frialdad, un poco de locura y mucho de maestría.

"Hice lo que más me convenía", declaró el más destacado de la victoria ya entrada la noche en el Pedro Bidegain. Ni se inmutó en esa respuesta. Como no se inmutó cuando agarró la pelota y se paró delante de Lucchetti. Aunque intentó minimizar su definición, no pudo: "Tuve suerte, el arquero se tiró para el otro lado...

"—¿Quién era el encargado de patear los penales?

—Silvera...

—¿Se lo pediste?

—Sí, cuando lo fui a saludar en el piso después de que le cometieron la infracción.

—¿Y qué te dijo?

—¡Metela...!

—Ramón Díaz comentó que si no lo metías no ibas a patearlos más...

— Y sí, es así. Pero en ese momento ni pensé en eso...

En el segundo gol, el de la victoria, el de la punta en soledad, el del alivio, también tuvo mucha improvisación. La jugada fue sacada de la Play Station: pisadita para acá, pisadita para allá de Ledesma, pase milimétrico para Andrés Silvera, todo a máxima velocidad, con precisión; centro para Fernández, quien a la carrera esta vez ni siquiera tuvo un segundo para pensar. Toque y 2-1.

"Fue un jugadón. La definición fue hermosa, pero el mérito fue de Silvera, que me dejó solo frente al arquero. Por eso, en el festejo enloquecido que metí lo señalé a él", confesó a Clarín el ex River, Racing y Rayados de Monterrey, después de pasar el trámite del control antidóping.

Para él, haber llegado a la punta del torneo tiene su costado bueno y malo: "Para mí, la tabla de posiciones demuestra lo que venimos haciendo. Por algo estamos donde estamos. Pero no hay que creérsela. Tenemos que estar con los pies en la tierra. Seguir así, mejorando y aprovechando este presente. Pero también sabemos que ahora todos nos van a jugar a muerte"

.—¿Pensaste que se les complicaba cuando estaban 0-1 y con un hombre menos por la tarjeta roja a Rivero?

—Y... Sabíamos que el esfuerzo debía ser doble. Demostramos que somos un equipo de hombres.

—¿Sintieron la presión de la gente?

—Lo de la gente fue impresionante. Antes del partido hablamos en el vestuario de no jugar al ritmo de ella. Pero es complicado manejarlo. Había mucha pasión. En ese punto también respondimos positivamente.

—¿Creés que esta vez sí están para pelearle de igual a igual a River y a Boca?

—Por supuesto. Pero me parece que hay más equipos, además de San Lorenzo, River y Boca, que van a estar en la pelea. Veo bien a Estudiantes y a Arsenal.

—¿Qué tiene San Lorenzo para estar arriba de todos?

—Una gran actitud, muchas ganas, y creo que nos estamos afianzando en todas las líneas.

-Y vos, ¿qué sos, enganche, mediapunta o delantero?

—Mirá, con las ganas que tengo de devolver tanta confianza, tanto cariño que me dio la gente de San Lorenzo desde que llegué al club, no hace falta elegir: juego de lo que el técnico me pida.

Se fue bien de noche, casi en medio de la oscuridad. Inmensamente feliz. Por el triunfo. Por sus dos goles. Por la punta en soledad. Y porque ya comenzó a pagar con goles y lujo todo lo que San Lorenzo invirtió en él.

La Gata te mata - Olé

Pura precisión y lujo, Gastón Fernández desplegó toda su artillería y llevó al Ciclón a la punta. ¡Miau!

Baila, murguero, baila; baila de corazón..." ¿Qué con febrero se murió el carnaval? Macanas. Carnaval toda la vida. Si no, miralo a Gastón Fernández, bajo el imaginario influjo de un tutá tutá endiablado, marcando el paso del borrachito. ¿Pasión marginal de la Gata? Quizá. Algo es seguro, la dedicatoria exclusiva, dancing hot mediante, es para Andrés Silvera, dueño del copyright desde que él mismo festejó de ese modo en la Bombonera, al marcar el tercer gol de este San Lorenzo puntero. Gracias totales de Fernández, hoy goleador del Ciclón, de bautismo en la red ante Boca y proyección duplicada en su flamante hogar, el Nuevo Gasómetro. "Lo primero que hice fue señalar al Cuqui porque en el segundo gol me metió un pase tremendo, me dejó de cara al arco", confesó la Gata, saltimbanqui del gol.

Claramente, en su tarde mágica, la punta del iceberg que significó su actuación fue la exquisitez demostrada en la ejecución del penal que fue empate transitorio. Si hasta el propio Ramón Díaz lo chicaneó a la distancia por haber picado la pelota para convertir. "¿Que si erraba no pateaba más? Sí, je. En realidad fue un segundo en el que traté de hacer lo que más me convenía, por eso lo hice así. Si hubiese fallado, sería todo diferente. Por suerte Luchetti se tiró a un costado y la pelota entró. Cuando acomodaba la pelota, me dijo que lo tirara a su izquierda, porque nos conocemos. Menos mal que se jugó", contó sobre la situación. Otra vez, como en el clásico del domingo pasado, los corazones cuervos se paralizaron y se aceleraron por una pintura de la Gata. De aquel mano a mano imposible para Caranta, a ese mimo a la red del arco que da a la popular local del Nuevo Gasómetro, para enterrar el sufrimiento por la desventaja en ese festejo con los puños apretados. Y ahí nació el agradecimiento hacia Silvera, a quien le cometieron la infracción y quien, además, cedió la ejecución. "Se lo pedí y no tuvo problemas en darme la pelota, eso demuestra que es una gran persona", ensalza a su compañero.

Pero no sólo por ese gesto, sino también por la tremenda asistencia que le dio para que diera vuelta el partido definitivamente. Por eso, Gastón Fernández, el hombre gol de Boedo, abre el espectro de sus declaraciones para darle crédito a la formación que alcanzó el liderazgo: "La jugada del segundo muestra lo que queremos. El equipo demostró que con esta actitud y estas ganas buscamos crecer cada día más. Ese es el porqué de éste buen momento".