A Gastón Fernández, su mujer le llevó de sorpresa a su hijo Lautaro para que lo entre con el equipo. Y volvió a gritar. Y el Ciclón brilló. "Vino con suerte", tiró.
Lautaro esperaba en brazos de mamá, la efervescencia clásica apenas si se sentía bajo el resguardo del pañal. Papá Fernández, en el fragor del calentamiento, luego de un día y pico guardado en el Hindú Club, enfocaba su mente en el Racing que esperaría del otro lado de la línea de cal. Pero en el camino al túnel la guardia bajó un toque con la sorpresa, hasta la blonda cabellera se conmovió. Su mujer, de sopetón, lo esperaba con su vástago, de apenas un mes, para el bautismo de la salida con el equipo, claro, en brazos de la Gata tutor. "Fue una sorpresa muy linda, no esperaba que mi mujer me trajera a mi hijo", le cuenta a Olé con sonrisa de gol. "Vino con suerte", le conmina valor esotérico al niño, no hace falta que se entere Ramón para que Boedo lo adopte como cábala. Triunfo abultado, vuelta al gol luego de cinco partidos (tres en los que él jugó), un debut redondito del nene. Con el pan...
El ex River, Racing y Monterrey volvió al nivel superlativo que lo elevó al rol de figura en el puntero. "Estar rodeado de buenos jugadores te facilita mucho las cosas, con el Cuqui (Silvera), el Pocho (Lavezzi), o el mismo Malingas (Jiménez); la verdad es que me he llevado muy bien con todos", destaca a toda la prole ofensiva. Y, lógico, el regreso al grito le proporciona un sabor especial a la goleada. "Se me volvió a abrir el arco después de una linda jugada que pudimos hacer. Convertí, es algo que estaba extrañando", describió su reconciliación con la red.
El 3-0 desintegró las críticas de las últimas fechas, que acusaban a Los Ramones de brillo escaso y desfile ajustado. En rol de abogado con menos trabajo luego de la muy buena actuación de ayer, Fernández destacó las bondades del Ciclón líder. "Mantuvimos desde hace bastante la punta del torneo, salimos de situaciones difíciles, de momentos en que había que confirmar el lugar donde estábamos... Y lo hicimos. Este partido y el de Boca son los puntos más altos. En los dos no se ganó por la mínima diferencia, eran clásicos, es importante", desgranó.
Los fuegos artificiales siguen esperando. Faltan tres fechas y Boca, el rival más cercano, está a tres porotos. "Se nos vienen tres finales, ante equipos que pelean sus objetivos. Hay que seguir de esta manera", apunta. Y con Lautarito en la boca del túnel...
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