Gastón sigue afilado: un bombazo suyo selló el triunfo. Van cuatro al hilo para retribuir la confianza de Ramón.
Eso es tenerse fe: ir a pelearle a Raldes una bola que el boliviano parece tener dominada. Eso es tenerse fe: ignorar la entrada de Malingas, solito y solo por la derecha, agachar la cabeza y sacar el derechazo que si no se metiera como se metió junto al palo derecho de Alvarez, le garantizaría una catarata de insultos por la oportunidad desperdiciada. Pero anda dulce Gastón Fernández. Y por eso asume riesgos. Como contra Banfield, el domingo pasado, cuando ejecutó el penal, 0-1, picándola ante Lucchetti...
Anda dulce la Gata. Y así ya suma cuatro goles al hilo en tres partidos. La racha se inició con el segundo en el 3-0 a Boca, siguió con los dos ante el Taladro y continua con este fierrazo que valió nada menos que los tres puntos en Arroyito y la garantía de una semana más de la punta del torneo sólo para el Ciclón.
Gastón, la gran apuesta de Ramón, le está respondiendo al Pelado. Es goleador y también jugador: ayer, tras el 1-0, el ex River se tiró unos metros atrás para sostener la tenencia de bola que le dio a San Lorenzo un tránsito tranquilo hasta el final. Un final que terminó con un Ciclón ganador, que ya se siente otro, definitivamente ganador, definitivamente puntero. Y todo gracias a Ramón. Y todo gracias a su Gata.
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