miércoles, 9 de mayo de 2007

Dilemas y conveniencias a la hora de jugarle al líder - Clarín

El domingo, en el Nuevo Gasómetro, ¿le conviene a River ganarle al San Lorenzo de Ramón Díaz?

Más allá de conveniencias numéricas y/o sentimentales, ¿puede este flojo River de Passarella ganarle al encumbrado San Lorenzo de La Gata Fernández?

Con respecto a la primera, ¿qué gana y qué pierde River con un triunfo ante el puntero que dirige Ramón y en el que La Gata es uno de sus goleadores?

Jugando mal y todo, y aun no pudiéndole ganar ni a Colón ni a Independiente, River marcha a 6 puntos de San Lorenzo y a 3 de Boca y Estudiantes. Si gana, obligación intrínseca de todo equipo que se precie de candidato, se arrimaría a la punta del Clausura, que quedaría a apenas 3 escalones. Es decir, se engancharía en la pelea, cosa que no supo hacer en estos dos últimos partidos.

Ahora, desde lo emocional, ¿le conviene ganar? Bajando a San Lorenzo, además de alimentar remotas esperanzas propias, River le estaría dando una mano a los escoltas, principalmente a Boca. Y allí sí que más preguntas se disparan en mil direcciones...

Si River no puede, ¿qué prefiere el hincha: que el campeón sea San Lorenzo o Boca? Sin dudas que prefiere San Lorenzo, sobre todo, con Ramón y La Gata como banderas (también están otros ex River como Tula y Ledesma).

Ahora, ¿cuán felices pondría a Passarella y a los dirigentes ver campeón a Ramón y a La Gata campeones. A ellos, el club les abrió las puertas para irse y ambas salidas no fueron del todo buenas: al DT lo echaron estos mismos dirigentes después de salir campeón del Clausura 2002, y a Gastón Fernández lo vendieron a San Lorenzo porque Passarella no lo iba a tener en cuenta.

Hasta aquí, entonces, lo referente a los números y conveniencias. Pero, ¿qué ocurre en lo estrictamente futbolístico? Así como están uno y otro equipo, ¿puede ganarle River?

A juzgar por lo que se vio en los últimos dos partidos de River, se le hará difícil. Ahumada, Belluschi, Ruben y compañía no pudieron ni ante un Colón a la deriva ni frente a un Independiente en problemas. No sólo que no ganó River sino que hasta pudo haber perdido ambos encuentros.

Sin juego, con pocas llegadas, sin vuelo y con referentes futbolísticos casi nulos, River viene desangrándose con el correr del Clausura. Sólo se rescatan la cada vez más firme presencia de Juan Pablo Carrizo en el arco, la seguridad de Tuzzio (volverá en este partido tras una lesión) y la confirmación de que Augusto Fernández es una más que importante aparición (fue expulsado en el clásico y no podrá jugar). Ponzio, Rosales y Ruben no dieron aún todo lo esperado.

San Lorenzo, como equipo, aparece mejor plantado: por rendimientos individuales, por actualidad, por actitud y por la elevada autoestima made in Ramón... Claro que las estadísticas le sonríen a River: hay una paternidad de 20 partidos sobre San Lorenzo (66 triunfos a 46). Y, de 12 visitas al Nuevo Gasómetro, hay 4 triunfos de River, 2 de San Lorenzo y 6 empates.

O sea, en esto de ganarle a San Lorenzo, está por verse todo: si le conviene y si le da el cuero...

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