A la Gata le molesta un tendón de Aquiles y a Rivero le duele un tobillo. Sin Ledesma, los Santos prenden velas.
A ningún hincha de San Lorenzo le sale una formación de memoria y no se debe a algún capricho o cábala de Ramón Díaz.
Desde que empezó esta ilusión llamada Clausura, el riojano nunca pudo repetir una formación de un partido a otro. Y la próxima fecha no será la excepción. El tema es que surgieron más problemas de los previstos.
Desde ya es una preocupación no tener a Cristian Ledesma, tal vez el mejor refuerzo de todos los refuerzos del campeonato, quien llegó a las 10 amarillas. Pero ayer surgieron otros dos motivos más para alarmarse. Gastón Fernández sintió una molestia en el tendón de Aquiles de la pierna derecha y Diego Rivero no es un Burrito libre por culpa de un golpe en el tobillo derecho.
¿Están descartados? De ninguna manera. ¿Se pueden garantizar sus presencias? Tampoco. Tiempo al tiempo. El cuerpo técnico y médico los analizará hoy y los probará mañana, en la práctica de fútbol, para la que San Lorenzo le pidió a la Selección que Lavezzi, Bottinelli y Orión vuelvan por la mañana de Mendoza y no por la tarde como el resto del plantel.
Con todo, Ramón también piensa que qué esquema usar. Sin el goleador, será chau tridente y el regreso del 4-4-2, el esquema que más usó durante la campaña. Con la Gata, habrá que ver si se planta en Mendoza con el trío y sin el volante central titular. Y tal vez sin Rivero... Encima, Hirsig sigue en recuperación y Acevedo apenas podría volver pero en el banco. En medio de todo, Alvarado está listo y confiado para jugar donde lo necesiten, como siempre, fiel a su misión de bombero.
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